Escribo porque me gusta, cuando me nace y como me sale.
Escribo en papelitos, cuadernos, hojas sueltas. Y cuando puedo lo pongo acá.
Los papelones suelen ser cotidianos. Y si no queda otra... mejor reirnos.
A veces escribimos para neutralizar al olvido. Para retrasarlo un poco. Para fijar ideas que de otro modo se nos escapan. A veces, usamos aniversarios para recordar con intensidad cosas que en otros momentos recordamos sin detenernos mucho.